rio a la mesura que debía de caracterizar al ciudadano de su polis perfecta. Por el contrario, Aristófanes hace de la comedia un arma política, una herramienta de mordaz crítica contra los políticos atenienses, una forma de denuncia para plasmar muchos de los problemas y preocupaciones que afligían a los ciudadanos de Atenas. Aristófanes, “practica la crítica política y social a través de la sátira”, otorgando al humor un rol “dentro de la reacción intelectual a la crisis política” (Mársico, 2002). No muy diferente a lo que ocurre actualmente, ¿verdad?
La mencionada autora argentina, Gloria Mársico, al analizar la obra de Aristófanes, le mueve en realidad una reflexión diacrónica, planteando en concreto “el rol que adquiere el humor en tiempos de crisis”. Resulta interesante su afirmación sobre la capacidad de penetración crítica que nos ofrecen los géneros humorísticos:
“Evidentemente el humor político es más sutil que el mero discurso político directo, ya que debe poner en funcionamiento todo un aparato de referencias veladas que sugieran situaciones reales y concretas en un contexto ficticio”
Y refiriéndose de nuevo a Aristófanes, pero con la mirada puesta en cualquier otra época, comenta:
“la comedia, a diferencia de las sesudas discusiones de los intelectuales “serios” tiene una capacidad de penetración que está negada a aquellos. La comedia se presenta a la sociedad entera, incluidas las clases populares que quedan fuera de los círculos de reflexión intelectual"
El poder transgresor y performativo del humor, da fuerza a la crítica política ejercida a través de éste. El humorista, incluso el humorista gráfico, es el bufón que por su condición liminal a menudo tiene el poder de transgredir y de forzar el orden o la normalidad de las cosas (Turner, El proceso ritual). La inversión que lleva a cabo a través de su liminalidad, no pone desnudo al rey que ya lo está, sino que es la voz que grita en medio de la multitud: el rey está desnudo.
Las crisis con frecuencia son fértil manantial para el humor político. Durante los últimos años del franquismo y comienzos de la Transición, las revistas de humor en España conocieron una época dorada, a través de títulos hoy en día míticos como La Cordorniz, Hermano Lobo, El Papus, etc. En tiempos más recientes, con la actual crisis sistémica, la revista satírica El Jueves parece estar viviendo un nuevo resurgimiento.
Lo grotesco asociado al humor como crítica política, es un recurso ampliamente extendido hoy en día en Internet, utilizado muchas veces por internautas anónimos (o conocidos) que recurren a las nuevas tecnologías para dar rienda suelta a su creatividad políticamente corrosiva. En cuanto salta a los medios una información política, enseguida la Red se llena de imágenes que subrayan el carácter ridículo y esperpéntico del político de turno objeto de la crítica social o de un partido político. Imágenes algunas de las cuales llegan a alcanzar una gran popularidad. Es otra faceta del humor político que no es nueva ni muchísimo menos, sino que más bien responde a una larga tradición histórica en tanto que supone la adaptación de las expresiones de la sátira popular, presente a lo largo de los siglos, al nuevo contexto tecnológico y de los nuevos canales de comunicación. La obtención de imágenes, su manipulación y difusión posteriores, es algo que hoy en día está al alcance de cualquiera, de ahí que sea un material tan profuso en la Red.
Recientemente el partido Podemos ha sido una fuente de inspiración para estos humoristas de la Red, igual que algunos políticos que actúan de caballos de troya de esta organización. Algunos ejemplos recientes:

De @josemariaalgar. Web: zparodias.blogspot.com.es

Jaume Roures (publico.es). De @heliomoreno.

El fallecido Marqués de Lara (Grupo Atresmedia) y Pablo Iglesias. Autor no identificado.

Autor no identificado.

Autor no identificado.

Autor: Juan Martín @freakimartin,
sobrelaluchadeclases.blogspot.com.es

De @heliomoreno.
* * *
Humor-crítica-reflexión. Sin duda un tridente eficaz. Se atribuye al cineasta Billy Wilder la afirmación si quieres que la gente piense, hazla reír (2). Una comedia como su película El apartamento (1960), acaba convirtiéndose, entre otras cosas, en un guión satírico que habla de la deshumanización, de relaciones laborales de explotación, de clases sociales enfrentadas. La historia del cine es abundante en ejemplos que nos revelan la eficacia política de combinar la crítica político-social con el humor. Una de las últimas películas de Robert Guédiguian, Las nieves del Kilimanjaro, nos brinda una excelente muestra de esto: capaz de hacer llorar pero también de hacer reír, de emocionar y, sobre todo, de hacer reflexionar sobre la realidad en la que vivimos.
En los tiempos que corren, más que nunca en la izquierda necesitamos de un sentido del humor fino, agudo, ácido, a través del cual podamos llegar a la conciencia de la gente y transmitir mensajes críticos. Nada que los dominados, pobres, oprimidos, subyugados, violentados, explotados... no lleven haciendo desde la noche de los tiempos. Y es que contra el Poder, necesitamos todo tipo de armas. Es el humor al servicio de la lucha de clases.
“Evidentemente el humor político es más sutil que el mero discurso político directo, ya que debe poner en funcionamiento todo un aparato de referencias veladas que sugieran situaciones reales y concretas en un contexto ficticio”
“la comedia, a diferencia de las sesudas discusiones de los intelectuales “serios” tiene una capacidad de penetración que está negada a aquellos. La comedia se presenta a la sociedad entera, incluidas las clases populares que quedan fuera de los círculos de reflexión intelectual"El poder transgresor y performativo del humor, da fuerza a la crítica política ejercida a través de éste. El humorista, incluso el humorista gráfico, es el bufón que por su condición liminal a menudo tiene el poder de transgredir y de forzar el orden o la normalidad de las cosas (Turner, El proceso ritual). La inversión que lleva a cabo a través de su liminalidad, no pone desnudo al rey que ya lo está, sino que es la voz que grita en medio de la multitud: el rey está desnudo.
Lo grotesco asociado al humor como crítica política, es un recurso ampliamente extendido hoy en día en Internet, utilizado muchas veces por internautas anónimos (o conocidos) que recurren a las nuevas tecnologías para dar rienda suelta a su creatividad políticamente corrosiva. En cuanto salta a los medios una información política, enseguida la Red se llena de imágenes que subrayan el carácter ridículo y esperpéntico del político de turno objeto de la crítica social o de un partido político. Imágenes algunas de las cuales llegan a alcanzar una gran popularidad. Es otra faceta del humor político que no es nueva ni muchísimo menos, sino que más bien responde a una larga tradición histórica en tanto que supone la adaptación de las expresiones de la sátira popular, presente a lo largo de los siglos, al nuevo contexto tecnológico y de los nuevos canales de comunicación. La obtención de imágenes, su manipulación y difusión posteriores, es algo que hoy en día está al alcance de cualquiera, de ahí que sea un material tan profuso en la Red.
Recientemente el partido Podemos ha sido una fuente de inspiración para estos humoristas de la Red, igual que algunos políticos que actúan de caballos de troya de esta organización. Algunos ejemplos recientes:
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| De @josemariaalgar. Web: zparodias.blogspot.com.es |
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| Jaume Roures (publico.es). De @heliomoreno. |
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| El fallecido Marqués de Lara (Grupo Atresmedia) y Pablo Iglesias. Autor no identificado. |
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| Autor no identificado. |
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| Autor no identificado. |
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| Autor: Juan Martín @freakimartin, sobrelaluchadeclases.blogspot.com.es |
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| De @heliomoreno. |
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Humor-crítica-reflexión. Sin duda un tridente eficaz. Se atribuye al cineasta Billy Wilder la afirmación si quieres que la gente piense, hazla reír (2). Una comedia como su película El apartamento (1960), acaba convirtiéndose, entre otras cosas, en un guión satírico que habla de la deshumanización, de relaciones laborales de explotación, de clases sociales enfrentadas. La historia del cine es abundante en ejemplos que nos revelan la eficacia política de combinar la crítica político-social con el humor. Una de las últimas películas de Robert Guédiguian, Las nieves del Kilimanjaro, nos brinda una excelente muestra de esto: capaz de hacer llorar pero también de hacer reír, de emocionar y, sobre todo, de hacer reflexionar sobre la realidad en la que vivimos.
En los tiempos que corren, más que nunca en la izquierda necesitamos de un sentido del humor fino, agudo, ácido, a través del cual podamos llegar a la conciencia de la gente y transmitir mensajes críticos. Nada que los dominados, pobres, oprimidos, subyugados, violentados, explotados... no lleven haciendo desde la noche de los tiempos. Y es que contra el Poder, necesitamos todo tipo de armas. Es el humor al servicio de la lucha de clases.
En los tiempos que corren, más que nunca en la izquierda necesitamos de un sentido del humor fino, agudo, ácido, a través del cual podamos llegar a la conciencia de la gente y transmitir mensajes críticos. Nada que los dominados, pobres, oprimidos, subyugados, violentados, explotados... no lleven haciendo desde la noche de los tiempos. Y es que contra el Poder, necesitamos todo tipo de armas. Es el humor al servicio de la lucha de clases.
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